Siento que en cuanto alguien me dé un abrazo de más de diez segundos toda mi fortaleza se caerá y dejaré por fin que las lágrimas rueden libres por mis mejillas, mientras suelto todo el dolor que llevo guardando tantos meses ya.

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Es curioso cómo vas pasando las fotos de aquellos años de felicidad, y la mayoría de gente en ellas ya no están en tu vida. Personas por las que habrías dado tu mundo entero en el pasado, ahora son meros extraños que perduran en tu mente gracias a los recuerdos de otros tiempos. Nombres en una carta, rostros en fotos arrugadas, voces que se alejan con el viento. Restos de una vida pasada, que extrañamos con un corazón dañado, aún curando las cicatrices que nos hicieron aquellas personas que un día juramos amar.

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Por mucho que naveguemos las estrellas con la mirada, que intentemos escuchar el susurro de la luna, o que pretendamos descifrar la oscuridad de la noche, no encontraremos en el firmamento las respuestas a las preguntas que inundan nuestro corazón cada solitaria madrugada.

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Lo que daría por meterme en el agua y desaparecer del mundo. Zambullirme en el mar y disolverme en espuma como hizo la sirenita. Dejar que mis preocupaciones se las lleven las corrientes marinas, mientras mi alma nada libre por las profundidades. Ser espuma de las olas nocturnas y recorrer los siete mares en una noche.

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When stars are absent in the sky, and the new moon shines by her absence, it is your eyes that light up the darkness of my heart. The coldness of the night weakens under your caresses, while your lips kiss my forehead and my shivering hand rests on your chest. You bring me close, and in your embrace I melt. Then the morning light reflects on my mirror, and your absence shines again on the empty side of my bed, just as the stars’ do every night that we are apart.

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Cierra los ojos y quédate inmóvil. Deja que tu cuerpo duerma y tu alma descanse. Siente tu cuerpo sobre el colchón, los músculos sin tensión, el pelo sobre la almohada. Los latidos de tu corazón marcan el ritmo de tu profunda respiración. Tu mente inquieta intenta relajarse, mientras silenciosas lágrimas recorren tu rostro. Los pensamientos bullen y el dolor crece. Pero continúas inmóvil, con los ojos cerrados, los músculos destensados, y el pelo sobre la almohada. Aparentas tranquilidad, una paz que no llega a tu mente. Pero eso es un secreto, solo guardado por la luna y las estrellas, y la oscuridad silenciosa que acalla los sollozos de tu alma atormentada.

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Una brillaba con luz propia entre la multitud. La otra resplandecía en la oscuridad de la noche. Una saludaba al día con genuina alegría. La otra acompañaba a los búhos en su insomnio nocturno. Una mantenía el calor del sol en sus abrazos. La otra guardaba los pensamientos de la luna en sus ojos. Hermanas de cielo, primas de las estrellas. Unidas en un eclipse eterno por los caminos de la vida.

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Pulcra y ordenada como su mente. Fina y delicada como su voz al cantar. Alargada como las conversaciones que mantiene con la luna. Brillante como sus ojos cuando mira las estrellas. Profunda como los sentimientos que guarda en su corazón. Enigmática como los secretos que esconden sus dulces palabras ¿Es o no entonces la caligrafía el reflejo del alma?

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Esa noche me fui a dormir sin miedo a que los monstruos debajo de mi cama viniesen a atacarme. Por primera vez comprendí que los mayores demonios a los que me iba a enfrentar no venían del exterior, sino que vivían dentro de mi cabeza

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Your memories of our days in the sun stay with me until the morning, when my heart was save in your hands. You didn’t care when I asked for it back. I think that was what really broke it at the end.

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